miércoles, 18 de mayo de 2011

Llamando a la puerta de Doña Revolución…

¿Están colmados los vasos de la Paciencia, la Dignidad o el Sentido Común? ¿Qué está ocurriendo estos días? ¿Qué cambios traerá este nuevo “movimiento”?
Gente de todas las edades, creencias, partidarios de unos u otros… han salido en manada a la calle a gritar todo eso que bullía en el fondo de su conciencia personal y social. Un fenómeno cuanto menos curioso, digno de seria reflexión individual y colectiva…

                                                                                                                                                                        Cuestiones varias...

Después de un par de días viendo las noticias y leyendo toda clase de crónicas, artículos, etc, referentes al tema, hoy, 18 de mayo de 2011, he decidido plantarme en la mismísima Puerta del Sol, a sentir por mí misma, qué era lo que se estaba cociendo allí. Aún estaba a varios metros de distancia (frente a ese centro comercial tan enorme y tan ¿chic? situado en la C/ Princesa…) Ya desde allí se oían los gritos de megáfonos acompañados de considerables voces  clamando… 
El cordón policial me ha impresionado más de lo esperado… Ver cómo pedían identificación a muchach@s jóvenes como yo, que iban simplemente a escuchar, hacer fotos  o simplemente a curiosear, ha provocado en mi una sensación extraña, como de peligro invisible pero amenazante. Cruzar ese cordón ha sido igual que dejar un mundo y adentrarme en otro y de verdad, no exagero nada (sé que más gente percibía lo mismo…) Me he sentido sordamente juzgada, incluso de alguna manera vigilada y ¡cuidado! Que mi dedito no está señalando a nadie, simplemente cuento lo que yo he sentido.
Enseguida entre la marabunta, he notado ese calor que desprendemos los humanos en conjunto y me he sentido agusto pero alerta. Unos nos mirábamos a otros lanzando quizá de manera inconsciente, pequeñas descargas de suspicacia en la mirada. El ambiente era tenso, se respiraban aires y ganas de renovación entre un peculiar olor a “reivindic-activo…” La masa se reproducía por momentos, las voces coreaban letanías varias a juego con los textos de pancartas grandes, medianas y pequeñas. Unos firmaban peticiones mientras otros escuchaban atentos El Discurso, mientras algunos otr@s ondeaban sus letreros reclamando  justicia para sus frases.
He sido valiente y he preguntado a tres muchachitos y su pancarta que decía así: “ART. 21 CONST. ESP. DERECHO REUNIÓN SIN AUTORIZACIÓN” Mi atrevimiento ha ido más allá al intentar saber de primera mano qué pensaban ellos del tinglado de la Puerta del Sol. Parece que todo el mundo ha ido a pedir, exigir y gritar (porque ha hecho falta…) por lo que quieren -o queremos- pero hablar en primera persona cuesta… (menos mal que llevo siempre mi sacacorcho-para-palabros…)
El acomodarse a todo y quedarse en casa no cambia las cosas” decía uno de ellos. “Aquí cada uno aprovecha y pide por lo que le parece” (vivienda, cambio en la manera de go-ber-nar-nos…) “La gente se ha echado a la calle ¡porque está indignada!” apuntaba otro. Hemos terminado una conversación leve pero interesante pidiendo un CAMBIO...
Lo que yo me llevo es esa sensación entusiasta y cálida de PERSONAS UNIDAS para conseguir un fin común (siempre pacíficamente) La confirmación (porque lo he sentido dentro) de que el ser humano está hecho para apoyarse en los demás. Un sentimiento de esperanza ante la abolición total del aletargamiento mental y espiritual en que vivimos muchos… Por todo eso, no lo echemos a perder… sigamos caminando juntos, siempre hacia delante. El timbre en la puerta de Doña Revolución ya ha sonado… Que no mermen nuestras energías o ilusiones si algunas puertas no se abren al principio o muchas de las metas, no se cumplen de inmediato, que la constancia y el CREER son armas poderosas para los valientes… 

domingo, 17 de abril de 2011

El Poder de las Emociones

¿Sabemos o nos han enseñado que reprimir la expresión de nuestras emociones es también reprimir nuestras funciones orgánicas? La ciencia está demostrando que esto repercute muy directamente en nuestra salud. Una emoción no liberada de forma natural hace que esa energía se acumule, produciéndose con ello un “atasco” y con él, una disfunción. De manera que un “bloqueo energético” provoca irremediablemente un "bloqueo físico”
De ahí la importancia de educar a nuestros hijos con el valor que tiene identificar, aceptar y comprender sus propias emociones. Enseñarles en definitiva a que estén más seguros y cómodos con ellas para que en un futuro, aprendan a utilizarlas de manera positiva.


Nuestras emociones proceden del pasado más remoto. Son una especie de carteles indicadores de la supervivencia. El miedo por ejemplo, es una emoción necesaria para no quedarnos paralizados ante una situación de peligro, así que las emociones (positivas o negativas…) no son simplemente vibraciones que emitimos si no que además, han sido absolutamente vitales en nuestra persistencia y evolución.
Hoy en día la psiconeuroinmunología, que estudia desde hace más de veinte años los efectos de la mente sobre el sistema inmunológico, ha conseguido demostrar que las células cerebrales y las inmunes, poseen idénticos receptores. Para entenderlo un poco mejor diremos que todas las moléculas operan en dos planos: el emocional (en su aspecto vibracional) y el de partícula o fisiológico. En este último las moléculas se mueven por el cuerpo, encajando en los receptores de las células como una llave en su cerradura. Cuando esto ocurre, se produce un cambio en la célula pero… lo realmente increíble es que estas “moléculas de las emociones” pueden llegar a afectar a ¡todas las células del cuerpo!
Se ha comprobado también que las moléculas de la emoción rigen procesos tan importantes como la propia digestión o los esfínteres del aparato digestivo, incluso las válvulas del corazón. Así que en realidad moléculas y emociones rigen nuestra fisiología. También en el flujo sanguíneo hay células inmunitarias que se desplazan hasta el cerebro, convirtiéndose en el mismo en células cerebrales. Esas células se organizarán después según nuestro estado emocional. Es decir: que innegablemente hay comunicación entre cuerpo y mente y las emociones son como un puente que une estas dos partes. Así que es de suma importancia no solo psicológica si no física, la influencia emocional que podamos ejercer sobre nuestro cuerpo.
La medicina psicosomática tiene en cuenta la perspectiva bio-psico-social de una enfermedad. Cuenta con estos factores como influyentes en el proceso de “creación” y “desarrollo” de la misma, además de los factores psicológico y ambiental que rodean a la persona. Así que tiene en cuenta que TODO ESTÁ RELACIONADO, que no vivimos ni funcionamos de forma aislada, sino interrelacionados y en interacción con TODO lo que hay a nuestro alrededor. Ante esta unión es donde nos damos cuenta de que el cuerpo y los órganos no funcionan de manera independiente. Avalan estas afirmaciones investigaciones científicas de rigor que están demostrando que el cuerpo puede y debe ser curado a través de la mente y a su vez la mente puede y debe ser curada a través del cuerpo. Por tanto ambos, no solo ¡no están separados! si no que no podemos tratar, ni entender a uno sin el otro.
Cualquier trauma vivido tiene siempre un origen mental y emocional y muy probablemente tenga a su vez consecuencias físicas. Las emociones pasadas se almacenan en el cerebro y la médula espinal como recuerdos que son capaces de cambiarnos de manera psicológica pero también física. Un fracaso sentimental (por ejemplo) puede llevarnos a vivir nuestras próximas experiencias amorosas acompañadas de una sensación de malestar, ira, miedo…
Lo realmente importante es entonces entender que la mente, las ideas y todo lo que podamos pensar nos provoca unas emociones determinadas y que estas, influyen directamente en nuestras moléculas y por tanto, también en nuestra salud (psíquica y física) En definitiva se trata de comprender que el cerebro percibe las emociones y las asocia a una experiencia concreta, que condiciona nuestras siguientes acciones. Por eso a veces sentimos que vivimos continuamente una misma situación (familiar, laboral, etcétera) Se repite una y otra vez porque nuestro cerebro ha asumido que así es como será lo que va a ocurrir…
La doctora Candace Pert (nos habla en entrevistas o libros de los estudios mencionados en el artículo y es psicofarmacóloga de prestigio internacional) concluye el tema moléculas de la emoción con una frase: "La mente no domina al cuerpo, sino que se convierte en cuerpo porque cuerpo y mente son una sola cosa"




Ø  Libro recomendado: Molecules Of Emotion, Dra. Candance Pert ("Moléculas de la Emoción")
http://www.amazon.com/Molecules-Emotion-Science-Mind-Body-Medicine/dp/0684846349

MOLÉCULAS DE LAS EMOCIONES YOUTUBE
(parte de la película documental: ¿¡Y tú qué Sabes!?)

 

Somos lo que pensamos


En 1994 el japonés Masaru Emoto realizó un curioso experimento. En él se estudiaban las vibraciones producidas en las moléculas de agua, tras someterlas a técnicas de resonancia magnética. Las muestras “influenciadas” se congelaron y los cristales de agua obtenidos de ellas, se observaron a través de un microscopio.

Los resultados fueron sorprendentes, quizá desconcertantes… Las muestras reflejaban un cambio substancial en sus estructuras. Este resultado sugirió planteamientos sobre cómo nos afectarían a nosotros mismos los Pensamientos, si estamos constituidos en un setenta-ochenta por ciento de este primordial elemento líquido…

Un ejemplo del experimento es el siguiente: muestras con patrones irregulares de agua (contaminada) se transformaron al ser sometidas a la audición de canciones tradicionales, oraciones religiosas o música clásica, en bellos cristales hexagonales. “Indiferentes” cristales de agua destilada, mostraron maravillosos patrones geométricos al dedicarles palabras de agradecimiento. Pero también sucedió al contrario, obteniéndose inarmónicas estructuras al someterlas a las muestras a frases desagradables.



Algunos ejemplos gráficos de algunas de las imágenes tomadas a las muestras sometidas a diferentes resonancias.


Ahora sabemos que el agua siente en forma de vibración. Un ejemplo típico sería el hecho de lanzar una piedra a un lago, inmediatamente aparecerían los efectos de este contacto en forma de ondas. El Dr. Emoto explica que el agua está viva, que cambia su vibración y su forma según lo que sienta alrededor…

Con los resultados obtenidos surgieron preguntas y reflexiones trascendentales. Cada vez más físicos razonan sobre estas cuestiones, sobre la interrelación existente entre la Mecánica Ondulatoria y la Física Cuántica. Si nosotros somos agua y somos vibración… inevitablemente nos influirá Todo cuanto ocurre a nuestro alrededor.

Nuestro propio cuerpo está constituido en un setenta-ochenta por ciento de agua y se ha comprobado que esta, lejos de estar inanimada, ¡está realmente viva! Que además responde de manera sorprendente a nuestros pensamientos y emociones, o a las distintas vibraciones presentes en el Universo. Ahora que sabemos que lo que sentimos (positivo o no) nos afecta tanto, que hasta puede influir en nuestro estado de salud. Que somos lo que pensamos… deberíamos plantearnos dos cuestiones básicas: cómo nos afecta un determinado pensamiento y el Poder REAL que ejercen sobre nosotros.

 Descubrirlo no es un camino fácil porque tampoco lo es controlar los sentimientos… y quizá esté ahí la respuesta, no en tratar de con-tro-lar si no de identificar. Ser capaces de reconocer las emociones y sentimientos que nos producen determinadas situaciones o pensamientos. Para a partir de ahí, trabajar la manera en que nos influyen. Queda preguntarse si somos capaces de CAMBIAR todo eso que nos afecta de manera negativa para convertirlo en algo positivo. Si queremos o dejamos que nos afecten aparentes Pensamientos inofensivos


Ø Enlace de interés: (fragmento de la película-documental ¿¡Y tú que sabes!?)







 

miércoles, 23 de marzo de 2011

“Vacuna contra la infelicidad”

Una sociedad que quiere crecer, prosperar y evolucionar sabe que tal proceso depende en gran medida de la educación enfocada a las personas que la integran. Hoy en día se asume por tanto la importancia de formarse como algo casi vital para avanzar en la vida pero… ¿es suficiente? ¿Lo estamos haciendo bien?

 Hemos olvidado que el ser humano ¡necesita! (tanto como la educación) ser feliz. En una sociedad con nuestros logros científicos cabe preguntarse: ¿Cómo es que aún no hemos descubierto la "Vacuna contra la Infelicidad"?


  

Podríamos decir que los resultados en nuestro país, para qué irnos más lejos… a nivel cultural por ejemplo, dejan mucho que desear. Pero… ¿Quién tiene la culpa? nos preguntamos a menudo. Quizá no sea cuestión de buscar responsables si no de encontrar dónde están los fallos, de preguntarnos en qué nos hemos equivocado ¡todos! No hay que olvidar que en la educación de las personas que conformarán la sociedad del mañana, influyen de igual modo dos pilares pedagógicos importantes: el que da el colegio o centro de formación y el que da la familia.
Puede que el sistema educativo no sea el ideal o el que más desearíamos para nuestros hijos, pero es que hoy en día, con el nivel y ritmo de vida que llevamos, este segundo pilar que es la familia está bastante “tocado” La educación de una persona es (y todos los que desempeñen este papel lo saben de primera mano) la tarea más compleja que puede albergar la vida… ¿Dónde hemos fallado entonces? Seguramente la balanza no se incline de un lado (educación familiar- educación escolar) más que de otro, porque en general fallan los dos.
La evolución de los últimos siglos hizo ver que el aprendizaje de las personas era como el avance de la sociedad: industrial. Para ello había que despersonalizar al individuo, todo tiene que convertirse en un conjunto de funcionamiento automático. Sociedad y educación pasan por un proceso de racionalización. El aprendizaje se convierte en un hecho puramente racional. Esa misma industrialización social “exige” a las familias alcanzar un nivel económico y estatus social acorde a los nuevos cánones.
Hombres y mujeres trabajan fuera de casa para sustentar a la familia, sufragar gastos derivados del consumo habitual, nuevos lujos, etc. La falta de tiempo por parte de las familias en la crianza de sus hijos, hace que inconscientemente se “delegue” la educación de los mismos en los centros escolares. Pero si lo que estos ofrecen es un sistema despersonalizado, acorde al avance socioeconómico, tenemos como resultado un conjunto de sistemas y cambios que probablemente, como estamos viendo, no funcionen.
La consecuencia más evidente es una sociedad disconforme, apática y sin ilusión por el futuro. Y… ¿no debería ser al contrario? Vivimos en la sociedad de la información, una sociedad llena de ventajas, nuevos retos y oportunidades a nuestro alcance. Quizá ¿no lo vemos? O no nos han enseñado… El valor de cada persona reside en sus diferencias con respecto a los demás, uno le aporta a otros algo nuevo, algo que quizá los demás no saben o no tienen. Por ello es de suma importancia personal y social que cada individuo se desarrolle desde el inicio de manera plena e independiente.
Así todos nos convertimos en piezas esenciales para la sociedad. Personas probablemente realizadas con cosas que aportarle al conjunto social. Personas más felices que desempeñen tareas acordes con lo que se es, personas que aprovechen al máximo su potencial como individuo. Ello exigiría un gran cambio social, un compromiso individual y colectivo. Un nuevo planteamiento de valores que nos permitan aprender a ser felices y desarrollarnos al cien por cien. ¿Estamos entonces realmente dispuestos a ser felices…? O tendremos que inventar otra nueva vacuna, esta vez contra la Infelicidad.

* Enlace de interés:  www.elsapunset.com/articulos/info/libros-5-a/

Libro: BRÚJULA PARA NAVEGANTES EMOCIONALES.
 




martes, 22 de marzo de 2011

¿REALMENTE VEMOS CON LOS OJOS O CON EL CEREBRO?


Antes creíamos que todo lo que pasaba fuera, a nuestro alrededor, era más importante que lo que pasaba dentro de nosotros mismos. Un nuevo modelo de ciencia (Mecánica Cuántica) dice: lo que nos pasa dentro, crea lo que está fuera...¿Quién es entonces el que ve? ¿El cerebro o los ojos? Ahora sabemos que el cerebro no diferencia exterior de interior, lo que ve, de lo que recuerda...




Estudios científicos revelaron un experimento que puede hacernos cambiar nuestra idea de realidad. En él se monitorizaban las ondas cerebrales de una persona que miraba un objeto. Las señales captadas se enviaban a una computadora electroencefa-lográfica, que registraba cómo se iluminaban unas áreas del cerebro determinadas. En una segunda parte del experimento la persona cerraba los ojos, tenía que pensar en el mismo objeto. La sorpresa vino cuando se registraron las mismas áreas del cerebro iluminadas... Surgió entonces la pregunta de si realmente vemos con los ojos o con el cerebro.

Para comprender el proceso cerebral de visión un poco mejor, diremos que el ojo tiene unos movimientos automáticos que se producen de manera continua, llamados movimientos sacádicos oculares. Para verlos en nosotros mismos solo tendríamos que mirarnos en un espejo. Primero fijaríamos la vista en uno de nuestros ojos y después en el otro. El resultado es que ¡no podemos ver cómo se mueven nuestros propios ojos! por tanto, la información entre un movimiento y otro no es procesada. Es decir, que sólo podríamos llegar a ver las imágenes: anterior y posterior, no el "movimiento borroso" que hay entre medias. Así que para componer los detalles de una escena, el cerebro completa la información visual que falta o como dice la Mecánica Cuántica: crea la realidad que vemos…
Tal afirmación abre un amplio debate acerca de lo que llamamos realidad. Ahora que además sabemos que el cerebro no diferencia exterior de interior, lo que ve, de lo que recuerda... es hora de preguntarnos: la realidad es... ¿Lo que ven los ojos? ¿O lo que el cerebro crea...?

lunes, 7 de febrero de 2011

Citas desde "Dentro de la Madriguera..."

"Si yo hiciera un mundo toodo sería un disparate, porque todo sería lo que no es y al revés,
lo que no es ¡sería! y lo que no podría ser ¡también! "

                                                

                                                                                                  (Alicia en el País de las maravillas 1951) 

"Lo que cosideraba irreal ahora me parece en cierto modo más real que lo que consideraba real y que ahora me parece; más irreal..."
                                                                                                 (Fred A. Wolf en ¿¡Y tú que sabes!?)


* Imagen: http://alicewonderland.260mb.com/todo/alice/otras%20alicia/alicia%20en%20el%20pais%20de%20las%20maravillas%20lp%20portada%20remasterizada.JPG